viernes, 21 de junio de 2013

Normalmente hace bueno, pero hoy no.
Me está comiendo un libro y fuera esta tronando. 
Los cascos rotos, en el suelo, gritan un susurro mudo 
llorando por la marca que engendraron en mi cuello.

Y fui yo. El que los reventó de usarlos.
Enamorando mis oídos al son de unos bajos bastos.
Ellos marcaban ritmo yo iba caminando,
ellos cantaban himnos, yo, seguía flotando.

No creo en el azar, yo creo en el modo aleatorio,
dejar correr las pistas, sin rumbo, sintiéndolo.
Escuchar la variedad es disfrutar y eso es muy obvio.
Vacío mi odio pa’ empezar mi próximo episodio.

En el no cabe el drama, solo tu yo en mi cama.
Las risas, se alargan, las noches no pasan. 
Solo un fugaz destello para iluminar dos almas
la música es tu sustituta, el rey de mis moradas.

¡Monada! Sonríeme, alégrame el día,
hazlo despacio, se mi dulce sintonía,
que no tengo más prisa que dejar pasar las horas
verte-jugar con tu pelo y darnos buena compañía.

¡Pues ya ves! Sonreiré hasta que seas mi ruina,

haz del placer la mejor de mis rutinas.
Que el café por la mañana es mas amargo cuando es solo
y es poesía si tu culo bailotea por mi cocina.


No hay comentarios:

Publicar un comentario