Tenía ese piquito en labio superior
que desaparecía y aparecía
con cada sonrisa.
Que te embobaba haciéndose buscar.
Que la adornaba mejor que cualquier café.
que desaparecía y aparecía
con cada sonrisa.
Que te embobaba haciéndose buscar.
Que la adornaba mejor que cualquier café.
No sabía debatir
ni mucho menos discutir.
Pero tenía,
la más mejor
puta
conversación
que siempre necesité.
ni mucho menos discutir.
Pero tenía,
la más mejor
puta
conversación
que siempre necesité.
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