Felicidad es sonreír con cara de bobo.
Es comer medio pastel antes de encender el horno.
Es no dudar en ser, es dar un vuelco al verte.
Felicidad es madrugar cuando el café aún está caliente.

A mi cortex frontal le preocupa
esta sensación que ya no tiene cara.
Incapaz de entre absurdas circunstancias
dar respuestas que aún auguren esperanza.

La distimia,
la insolvencia de un lamento.
Argumentos que se enquistan por desprecio.
Queda poco más de un trago, de esta taza de café
para sólo ver las ruinas de este tímido cimiento.

Todavía nos buscamos,
como un bebé busca el pecho de su madre
dando bocados a tientas
con sed, con hambre.
Con ese instinto primario
que hace emigrar a las golondrinas
y nos hace volver a casa los domingos.
Con una sensación en el vientre
y en la punta de la lengua un nombre.

Poseídos,
por la tierna sensación que sólo en casa habita el lecho del consuelo
Murmurando lenguas muertas
como hermanas presas en la cárcel de un convento.
Susurrando un viejo eslogan como aliento:
"He vuelto".

Con la frente marchita, de Gardel.
Con la escarcha en el pecho, de Sabina.
Con la duda, cocinada en el infierno.
Y una antigua historia que nos sirva de mantel

Volviendo a volver a volver...
a comerme las migas en tu ombligo.
A dejarme querer
o a pudrirme sin ti en el hastío.

En período refractario

Estoy tan bloqueado que no quiero empezar un poema.
Otro, que no sepa como acabar.
Otro, que valga la pena empezarlo.
Otro, que por tonto tema continuar.

Lo prometo, no es hacerme el sueco.
Tampoco evito situaciones con encanto
ni malgasto fuerzas en forzar lo de encajar,
aunque el encaje es necesario y por las noches me destapo.
"Date un descanso."

El problema es respirar,
y ver como única obviedad
que el eco sea la mejor de las respuestas.

Que la pregunta, sea un sordo murmurar
y que quizás la gran verdad es más muralla que un palacio.
"Tu ve despacio."

Ver,
que sólo voy pa' atrás,
y aún hay días que me estanco.
"Y no es pa' tanto".
"Y no es por nada",
"Es sólo tiempo...".
Pero no avanzo.

En un cursillo de embalar,
hace tres años que envolví mi cuerpo
para no sufrir la tempestad de un desengaño.
"O de unos cuantos".
"Es de esos cuentos"
Que no haces caso.

Imperturbable con el tiempo,
Impertérrito al tormento
Ando sentado en el romo filo grueso del maltrato.

Impenetrable no, es fracaso.

Impermeable es más exacto.

inmune al tímido surruro que me lanzan tus abrazos.

La distancia no es excusa...

es la jaula de matices y caricias secuestradas.

Es la aduana,

que revisa y paraliza

los contactos de embajadas que se buscan.

Mensajera,

juez cruel que lo requisa,

que lo enfría con absurda burocracia.

La Política Exterior es seria, no tomar a risa,

los abrazos a destiempo pierden toda su eficacia.

Y aún así, no lo es...

No es motivo para sólo echar de menos

o arroparte por las noches y sentirse más vacío.

Es un ojos que no ven no lloran

corazón que siente, lucha.

Ciegos de evidencia

Pues eso, que no es excusa...

Que a distancia aún noto como sangras

aunque te cambies de blusa.