Puedes creerme que lo digo, sin temor a
engaño,
la soledad somos tú y yo con algo
en medio,
ya sé que el que habla, normalmente, no es el sabio,
pero mi boca se muere, sin el calor de
tus labios.
La distancia, dicen no es buena compañía,
pero antes que con la verdad con cualquier puta
dormiría.
Es melancolía, no es que sea fan del drama,
es el desencanto al no verte por la mañana.
Me mata el tiempo, me envenena el odio.
Sabes soy quien mas te quiere, aunque huyo de lo obvio,
y hoy no, tampoco será un día fácil. Los minutos me desgastan
me convierto en un ser frágil.
A veces solitario, hay quien dice borde,
busco amar y ser amado, dame espacio y yo
conforme
Como una acústica a la cuál le pones nombre
cuando mas rasgas la cuerda mejor suenan mis
acordes.
Es lunes, aquí no hay lugar al
llanto.
Quiero amar con libertad ignorando al papa y
su palco;
“pulcro” ¿Es no tocar a quien mas amas?
Huyo de conciencias rancias de morales
acabadas.
Y unto tu cuerpo con nata montada,
tus pezones son la cumbre de estas montañas
nevadas
que escalo sin piolet, es el gusto por lamer,
quito el sostén, tu para y ven quieres saber como morder bien…
Ahora que no estás no lloro
aunque por dentro es triste y cruel.
Un desasosiego helado roza mi irritada piel.
Desde lo lejos tu me cuentas como estás
también.
El cobre nos conecta, y esta letra te es fiel.
Este vacío es carnal aunque me duela el
alma,
que tanta paja ya no sirve cuando quedo en
calma.
Si sopla el viento pienso que aun estás
conmigo,
son tus caricias, tus orgasmos en mi oído.
Y sin embargo, en esta letanía yo,
bebo café aun grano que es el más amargo,
cuando un domingo cualquier mente descarrila
quién suele gritar en vano ¡Qué esta
mierda es cosa mia!
Solo me alivia, pensar en buenos días,
amanecer desnudo y frío tapado hasta
arriba.
Solo dos cuerpos en una cama vacía, y
no,
solo dos cuerpos sonrojados que se
miran.
Puedes pensar que miento, el tiempo me
hizo blando
que aquel pasota, dices ¿Qué te agobia
cuánto?
Puedes creer que miento, que escribo por
encargo,
cuando despierto y huele a ti me jode tanto...
Solo queda el perfume y cuatro pelos
sueltos,
que en esta cama doble solo yo, me pierdo.
Sabanas sueltas claro, de aquel recuerdo vago,
uñas marcadas, en mi espalda, por regalo...